miércoles, 1 de febrero de 2012

... el viaje


"...busco al buscador del mar sin sal/suerte dice la necesitarás..." Tulsa.

Cambiar y viajar no son sinónimos y sin embargo a veces pienso que deberían serlo. Frecuentemente, en novelas y películas se utiliza el viaje como metáfora del cambio personal. La mayoría de las veces el viaje se centra en la introspección. El personaje emprende un camino de búsqueda personal, se siente perdido o vacío y busca su yo más íntimo, una conexión, siendo capaz de renunciar a un mundo (aparentemente) lleno de oportunidades del que ninguna le satisface. Cree ciegamente que al final encontrará lo que busca. Es el caso de "Into the wild" (Sean Penn, 2007) o "My Blueberry Nights" (Wong Kar-Wai, 2007). 

En otras ocasiones, el personaje nos muestra que el viaje hacia la introspección, hacia el descubrimiento de uno mismo, no acaba nunca. Pues, puede que relativamente se conozca a sí mismo, que no esté perdido del todo, sin embargo, nunca cesará la búsqueda pues está incompleto, en ningún lugar se siente en "casa". Ese el caso de Holden Caulfield en "The Catcher in the Rye" (J.D Salinger, 1951) y también el de Holiday Golighty en "Breakfast at Tiffany's" (Truman Capote, 1958), donde el propio nombre de la protagonista es un juego de palabras respecto al hecho en sí mismo de viajar, entendiendo la vida como un viaje, un agradable y bonito viaje. 
Si hay algo que Holly valore por encima de todo es la honestidad. Y ésta se nos presenta a lo largo de la novela como la más elevada forma de libertad. Ser honesto con uno mismo es dejarte ser y con suerte, quizás te aproximes, a lo que quieres ser. Esto para Holly se traduce en vivir de acuerdo con tus propias normas y principios entre ellos, no pertenecer a nada ni a nadie, no ponerle nombre al gato y no tener hogar, bueno, sólo uno, Tiffany's. Sin embargo, Holly tiene un pasado, unas raíces, un lugar al que pertenece. Pero está tan atrás, ella ha cambiado tanto en su viaje a la gran ciudad que ni si quiera lleva el mismo nombre, Lulamae no le sirve en Nueva York. Pero Holly tampoco le durará para siempre. 

"Breakfast at Tiffany's" es una novela que a través de sus personajes, sobre todo de Holly, es capaz de mostrar  la complejidad del ser humano, la pertencencia y la independencia, la libertad y el renacimiento porque, ¿Acaso no es renombrarse otra forma de renacer? En definitiva, Holly es el ejemplo de la búsqueda constante, del ensayo y el error, probar, fallar y quizás alguna vez, acertar.


"Be anything but a coward, a pretender, an emotional crook, a whore: 
I'd rather have cancer than a dishonest heart. Which isn't being pious. Just practical.
Cancer may cool you, but the other's sure to" 
Holly Golightly


(Este blog no ha sido renombrado pero sí ha renacido. Bienvenidos)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito renacimiento.

Alicia dijo...

Me encanta Cristina....el hilo de tus pensamientos...bello renacer!!! muchos besitos Alicia

Unknown dijo...

Hablando de viajes y aunque suene a tópico he de decir que los más significativos los he vivido sin apenas moverme del sillón. También te digo que la palabra viaje, después de su fascinante lectura siempre irá asociada para mi, al imprescindible libro de Céline.
Por último, me gustaría recordar en estos tiempos donde se ha mitificado el viaje a tierras lejanas, este aforismo budista: "no busques el camino lejos, el camino está a tus pies"
Besos tocaya

Cristina S dijo...

Gracias a todos, con nombre y sin él.

Budistas... ¡cuánta sabiduría! Me apunto el libro de Céline. Gracias Cristina.